Dar frutos del espíritu es propio de los hijos de Dios: La obras del corazón malo identifican al que no lo es. Pero hay algo más terrible que el pecado, que la debilidad carnal y la falta delante de Dios, es la maldad, la maldad es la perversión del espíritu, la contaminación del alma, la […]
Estudios Bíblicos
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