Llego un momento en que Dios le quiso dar una experiencia muy fuerte al pueblo de Israel, nos dice la escritura en Oseas 3:5, profecía en la cual Dios les anuncia que quedara por 400 años abandonados de Dios, Amos 8:11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.
Desde el profeta Malaquías hasta San Juan el bautista transcurrieron 400 largos años en los que en el pueblo de Israel no hubo profeta de Dios.
Por: P.D. Antonio Adán