Salmo de Naasón Joaquín García. Siervo de Dios y Apóstol de Jesucristo. Tepic, Nayarit 5 de noviembre de 2017.
Salmo de Naasón Joaquín
Apóstol de Jesucristo por la gracia de Dios
Mi Dios me provee de todas las cosas y fuera de Él nada deseo.
A mi Dios no lo tengo que cargar, Él camina conmigo y me guarda en el hueco de su mano.
Yo no hice a mi Dios, no lo compré con dinero. Él me hizo a mí y me compró por medio de la sangre de su hijo Jesucristo.
Mi Dios es fuego consumidor y escucha mi oración cuando Yo a Él clamo.
Mi Dios es el Dios de hoy y de siempre.
Mi Dios es en las batallas vencedor.
Él es el Dios de Aarón, Él es el Dios de Samuel, Él es el Dios que ha puesto a su hermano al frente de la iglesia del Señor.
Él es Dios de mi paz, Él es Dios de mi salvación.
Mi Dios no tiene fecha para que Yo valla y le adore, ni tiene que estar su día en un calendario.
Yo le adoro a Él todos los días, por las mañanas, por las tardes y por las noches.
Mi Dios es todo.
Es de todos los días y habla por medio del apostolado.
No es parte de un grupo de dioses.
Él es Dios, Él es único, Él es celoso.
No lo recuerdo, lo siento a cada instante en mi corazón.
Él es un Dios que me hace vivir todos los días y al final me dará aún más vida; Me dará la vida eterna.
Mi Dios, es garantía de ganancia, jamás pierde.
No necesita de tradiciones, es un Dios de acciones presentes.
Ese es nuestro Dios, el que hace temblar las entrañas de la tierra y mueve las aguas a su voluntad; Al mismo tiempo que consuela mi alma, me da esperanza y me tiene en el hueco de su mano.
No necesita rostro o vestido para ser.
Es lo único real y verdadero que poseo y de Él nos enamoramos todos los días.
Mi Dios no es de tradiciones, mi Dios es de revelación.
Mi Dios es espíritu y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.
Yo le adoro con toda mi mente, yo le adoro con todo mi corazón, yo le adoro con todas mis fuerzas, Yo le adoro por sobre todas las cosas.
Porque Él es un Dios vivo, y nosotros somos sus hijos.
Bendito y alabado sea nuestro Dios.