Saludo Apostólico día 8 de septiembre de 2022

Dios me regaló la vida una vez más, pero Díganle a la iglesia, que les pido mucho de sus oraciones, hay mucha necesidad en este lugar, Yo estoy bien y en espera del lugar que se me asigne, pero mi pendiente más grande era saber de la iglesia, cómo estaba me la saludan mucho, estoy con bien gracias a Dios, a Cristo y a sus oraciones, Siempre le digo al Señor, es tu iglesia Señor, es tu amada esposa, si oyes la voz de un niño, de un joven o de un anciano que está pidiendo por mí, gracias a tu amor y a tu misericordia Yo estoy vivo.

Porque ellos no han cesado de pedirte, que cuides de mí, que cuides de mi vida y me la has regalado una vez más en estos días, hermano ministro te manda decir, hoy más que nunca espero su unidad, su fuerza, su fe, pero sobre todo el amor hacia la iglesia, cuiden de ellos, que no permitan que el enemigo trabaje en sus mentes, en sus corazones, sino que también a través de la palabra de Dios se esfuercen en su fe, no dejen sus consagraciones, sus oraciones, al contrario con mayor esfuerzo las tenemos que llevar.

Yo espero que sepan responder como verdaderos compañeros, a mis amigos y familiares no espero menos de ustedes, sé que están unidos a mí, sé que esta amistad no es material no es humana, si así fuera ya se hubiera terminado, en la angustia en el dolor en las prisiones, en la enfermedad me hubieran abandonado como los amigos de Job lo abandonaron, sin embargo siguen conmigo, esto es porque la esta amistad no es de hombres, no se ganó por manipulación, no se ganó por palabra humana no se ganó por un carácter carismático, Se ganó por la fe de Jesucristo, Se ganó por el espíritu de nuestro Dios.

Esta amistad está perfecta, porque la formó Dios, porque la formó Cristo en el corazón de cada uno de ellos, Pero esto no quiere decir que nos desapercibamos, sino todo lo contrario, Dios les guarde y les bendiga.