La creación del mundo es descrita en la Biblia judía principalmente en el Antiguo Testamento, específicamente en el libro del Génesis. El relato bíblico ofrece una narrativa sobre cómo Dios creó el universo en seis días y descansó el séptimo, estableciendo el fundamento teológico de la creación para el judaísmo y también el cristianismo. El Nuevo Testamento, aunque no agrega detalles nuevos sobre el proceso de la creación, ofrece interpretaciones que resaltan el papel de Jesucristo en la obra creativa de Dios.
Creación del Mundo en el Antiguo Testamento
El relato de la creación en el Génesis
El relato más conocido de la creación se encuentra en Génesis 1-2. Este texto explica la creación del mundo en seis días y cómo Dios descansó en el séptimo:
1. Día 1: Dios crea la luz, separándola de las tinieblas. La luz es llamada “día” y las tinieblas “noche” (Génesis 1:3-5).
“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.” (Génesis 1:3-4).
2. Día 2: Dios crea el firmamento, separando las aguas de arriba de las aguas de abajo. Llama al firmamento “cielos” (Génesis 1:6-8).
“Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.” (Génesis 1:6).
3. Día 3: Dios reúne las aguas para que aparezca lo seco, a lo cual llama “tierra”, y a las aguas reunidas las llama “mares”. Además, crea la vegetación (Génesis 1:9-13).
“Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género.” (Génesis 1:11).
4. Día 4: Dios crea el sol, la luna y las estrellas para que alumbren la tierra y marquen los tiempos, los días y los años (Génesis 1:14-19).
“Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche.” (Génesis 1:14).
5. Día 5: Dios crea las criaturas del mar y las aves, bendiciéndolos para que se multipliquen (Génesis 1:20-23).
“Llenen las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.” (Génesis 1:22).
6. Día 6: Dios crea los animales terrestres y, finalmente, al ser humano a su imagen y semejanza. El hombre y la mujer son bendecidos y se les da dominio sobre la creación (Génesis 1:24-31).
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias.” (Génesis 1:26).
7. Día 7: Dios descansa y santifica el séptimo día, marcando el origen del Shabat en la tradición judía (Génesis 2:1-3).
“Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” (Génesis 2:3).
Este relato presenta una visión teocéntrica en la que Dios, como creador supremo, da forma a un universo ordenado y bueno. El mundo es una manifestación de Su voluntad y bondad, con el ser humano como el culmen de la creación, llamado a cuidar y gobernar la tierra.
El relato de la creación de Adán y Eva
El Génesis 2 presenta un relato más detallado de la creación del ser humano, enfatizando la relación de Dios con el hombre. Dios forma al hombre del polvo de la tierra y sopla en su nariz aliento de vida (Génesis 2:7). Después de colocar al hombre en el jardín del Edén, crea a la mujer a partir de una costilla del hombre (Génesis 2:21-22).
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” (Génesis 2:7).
Este relato no sólo reafirma la creación del ser humano, sino también la institución del matrimonio como una unidad entre el hombre y la mujer (Génesis 2:24).
Interpretaciones del Nuevo Testamento
Aunque el Nuevo Testamento no describe directamente la creación, hace referencia a ella, especialmente en relación con Cristo. Los escritores del Nuevo Testamento interpretan la obra creadora de Dios a través de la figura de Jesús como el “Verbo” o la “Palabra” de Dios.
El Evangelio de Juan
En el Evangelio de Juan, Jesús es presentado como la Palabra preexistente a través de la cual Dios creó todas las cosas. Juan 1:1-3 establece que todo lo que existe fue hecho por medio de Cristo:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. […] Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:1-3).
Esto conecta la obra de la creación con la misión redentora de Cristo, mostrando que el Hijo de Dios estuvo presente y activo desde el principio, colaborando en la creación.
Colosenses 1:15-17
Otro pasaje clave en el Nuevo Testamento sobre la creación es Colosenses 1:15-17, que reafirma el papel de Cristo en la creación:
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles […] y todas las cosas en él subsisten.”
Este texto sugiere que Cristo no sólo participó en la creación, sino que es también quien sostiene y da coherencia al universo.
El relato de la creación en la Biblia ofrece una profunda comprensión teológica sobre el origen del universo y el lugar del ser humano en él. En el Antiguo Testamento, el relato del Génesis describe un proceso meticuloso en el que Dios crea un mundo ordenado y bueno, estableciendo al hombre como su administrador. En el Nuevo Testamento, se enfatiza que Cristo es el medio a través del cual Dios creó todas las cosas y es quien sustenta el cosmos. La creación no solo habla del poder de Dios, sino también de su deseo de comunión con la humanidad.
Publicado por Lldmnow