El apóstol Juan conocido también como el discípulo amado

El apóstol Juan, conocido también como el “discípulo amado”, fue una figura central en el cristianismo y uno de los doce apóstoles de Jesús. Según la Biblia, Juan era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago (Santiago el Mayor), y ambos eran pescadores antes de ser llamados por Jesús a seguirlo (Mateo 4:21-22).

Aspectos clave de la vida de Juan:

1. Discípulo cercano a Jesús: Entre los apóstoles, Juan era parte del círculo íntimo de Jesús, junto con Pedro y Santiago. Ellos fueron testigos de momentos cruciales, como la Transfiguración de Jesús (Mateo 17:1-9) y su oración en el Huerto de Getsemaní antes de la crucifixión (Mateo 26:36-46).

2. El discípulo amado: El Evangelio de Juan menciona repetidamente a un “discípulo amado” que se cree que es el propio Juan. Este discípulo estuvo presente en la última cena junto a Jesús (Juan 13:23) y fue testigo directo de la crucifixión (Juan 19:26-27). De hecho, Jesús le confió el cuidado de su madre, María, desde la cruz.

3. Autor de textos del Nuevo Testamento: La tradición cristiana le atribuye a Juan la autoría de varios libros del Nuevo Testamento, entre ellos el Evangelio de Juan, las tres epístolas de Juan (1, 2 y 3 de Juan), y el Apocalipsis (Revelación). Estos textos son conocidos por su profunda teología sobre la divinidad de Jesús y la importancia del amor en la vida cristiana.

4. Líder en la Iglesia primitiva: Después de la muerte y resurrección de Jesús, Juan se convirtió en un líder clave en la Iglesia primitiva, junto con Pedro. En el libro de los Hechos, se menciona que Juan participó en la difusión del evangelio en Jerusalén y otras partes del Imperio Romano (Hechos 3:1; 8:14-25).

5. Exilio en Patmos: Según el Apocalipsis 1:9, Juan fue exiliado a la isla de Patmos, donde recibió las visiones que posteriormente escribió en el libro de Apocalipsis. Esta obra profética contiene visiones del fin del mundo, el juicio final y la segunda venida de Cristo.

Su relación con Jesús según la Biblia y los judíos

Desde la perspectiva bíblica, Juan tenía un conocimiento íntimo de Jesús, no solo como maestro y Mesías. Sino también de una forma espiritual, Su evangelio también incluye momentos clave no mencionados en los otros evangelios, como el encuentro con Nicodemo y la conversación con la mujer samaritana.

Para los judíos de la época, Jesús era una figura controversial. Mientras algunos judíos lo reconocieron como el Mesías esperado, muchos líderes religiosos lo vieron como una amenaza a sus creencias y autoridades. En este contexto, Juan presenta a Jesús como el cumplimiento de las promesas mesiánicas, pero también como alguien que desafía las expectativas tradicionales de los judíos sobre el Mesías.

Es importante decir que Juan fue testigo ocular de la vida, muerte y resurrección de Jesús, y su legado como apóstol ha sido fundamental para la formación de la teología cristiana. Sus escritos son considerados entre los más profundos en cuanto a la comprensión del amor de Dios y la naturaleza divina de Cristo.

Apóstol Juan en la Isla de Patmos

El resumen la importancia y explicación del capítulo 17 del Evangelio de Juan

Contexto: El capítulo 17 del Evangelio de Juan es conocido como la Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní, un momento íntimo y trascendental donde Jesús ora por sí mismo, por sus discípulos y por todos los creyentes. Este capítulo concluye el llamado “Discurso de Despedida”, que abarca desde el capítulo 13 al 17, en el que Jesús prepara a sus seguidores para su inminente muerte, resurrección y ascensión.

1. Jesús ora por sí mismo (Juan 17:1-5)

Jesús comienza su oración dirigiéndose a Dios como “Padre” y pidiendo ser glorificado para que, a su vez, Él pueda glorificar al Padre. Esta glorificación se refiere a la obra redentora que está a punto de completar en la cruz. Jesús reconoce que ha recibido autoridad sobre toda la humanidad para otorgar vida eterna a aquellos que creen en Él. En el versículo clave (17:3), Jesús define la vida eterna como el conocimiento de Dios y de Jesucristo, a quien Él envió. Jesús concluye esta parte expresando que ha cumplido su misión en la Tierra y anhela regresar a la gloria que compartía con el Padre antes de la creación del mundo.

Explicación: Aquí, Jesús reafirma su naturaleza divina y la misión salvadora que el Padre le ha encomendado. La relación entre Padre e Hijo es central, mostrando que la gloria de Dios se manifiesta a través del sacrificio de Jesús y la salvación de la humanidad.

2. Jesús ora por sus discípulos (Juan 17:6-19)

En esta sección, Jesús ora específicamente por los discípulos que lo han seguido. Afirma que les ha revelado el nombre del Padre y que ellos han aceptado y creído que Él ha sido enviado por Dios. Jesús no pide que sus discípulos sean retirados del mundo, sino que sean protegidos del mal y sean santificados en la verdad, que es la palabra de Dios. Él les encarga continuar su misión en el mundo.

Explicación: Jesús, sabiendo los desafíos que sus seguidores enfrentarán, pide protección y consagración. La santificación, que implica ser apartados para los propósitos de Dios, es fundamental para que los discípulos puedan vivir en el mundo sin ser absorbidos por él. También refleja el compromiso de Jesús con su cuidado espiritual.

3. Jesús ora por todos los creyentes (Juan 17:20-26)

Finalmente, Jesús extiende su oración hacia todos aquellos que creerán en Él a través del mensaje de los discípulos, lo que incluye a los cristianos de todas las épocas. Su principal petición es por la unidad entre todos los creyentes, tal como Él y el Padre son uno. Esta unidad es clave para que el mundo pueda creer que Jesús es el enviado de Dios. Jesús también pide que sus seguidores experimenten el amor divino y que, al final, puedan estar con Él en la gloria.

Explicación: La unidad de los creyentes es presentada como testimonio de la verdad del Evangelio. Jesús anhela que su amor y la relación íntima con el Padre sean reflejados en sus seguidores, permitiendo que el mundo vea el poder transformador de su mensaje. La unidad, por lo tanto, no es solo un valor espiritual, sino una herramienta misionera.

Reflexión final

El capítulo 17 de Juan es una ventana al corazón de Jesús antes de su pasión. A través de esta oración, Jesús nos revela su propósito divino, su cuidado por sus discípulos y su deseo profundo de que la comunidad de creyentes viva en amor y unidad. Es un llamado a reflejar su gloria y verdad en el mundo, con la confianza de que Él intercede por nosotros ante el Padre.

Este pasaje es fundamental para comprender la relación entre Jesucristo y los creyentes, la misión de la Iglesia y la naturaleza de la vida eterna para todos los seres humanos.

Publicado por Lldmnow